Todavía están sumergidos en la alegría los integrantes de la Selección Masculina Menor que defendió exitosamente el título del Campeonato Sudamericano, en Venezuela. Así y todo, el trabajo de los equipos nacionales no se detiene. Por eso, incorporado ya al staff técnico que entrena por estos días con la Sub 23, Fabián Muraco volvió a enfocarse en estos grandes Menores, para un balance del torneo continental.
“Fue un torneo más que duro”, arrancó el entrenador. “Cinco partidos seguidos que los encaramos como cinco finales. Realmente no pudimos despegarnos ni un segundo del juego”, amplió, para graficar la exigencia de un Sudamericano con un formato distinto. Al haber solamente seis equipos en pugna por el título y las plazas mundialistas, se formó un grupo único y esto generó semejante intensidad.
Sin embargo, los pibes argentinos estuvieron bien a la altura de las circunstancias. “Jugaron bien en todos los partidos. En cada uno de ellos, el equipo se ocupó de salir a ganar”, expresó con satisfacción Muraco desde el CeNARD. Y hubo todavía un poco más, porque, según desarrolló el DT, los problemas en las condiciones organizativas también fueron un rival. “En realidad, fueron seis finales”.
El logro revalida la primera posición que Argentina ocupa en el ranking de Juveniles y Menores a nivel mundial. “Hoy estamos de nuevo entre los de arriba, y cuesta conservarlo. Todos te quieren ganar. Se generó un respeto después del Sudamericano de 2008, pero en estas categorías, que los chicos no tienen enfrentamientos previos, no hay historia”, analizó Muraco.
En cuanto al desempeño de los chicos durante el torneo, tras un período de preparación más corto de lo habitual (por el adelantamiento de fecha del Sudamericano), Muraco desarrolló: “A priori, parecían un equipo de aprendizaje, pero desde que se definieron los 12, cambiaron. En lo grupal, en lo evolutivo, en lo táctico. Se pusieron a pensar qué hacer para jugar bien, y se trata de un grupo que entiende el juego. Además, tuvimos a un as como Gonzalo Quiroga (foto) que es realmente desequilibrante con la edad que tiene”.
Nada de esto, claro está, es accidental. Hay mucho trabajo detrás y mucho para agradecer. “En primer lugar, mantener este formato de la Selección en la Liga es clave. Es para agradecerles a los dirigentes, a la ACLAV, y permitir que siga”, abrió el entrenador. “Mucha gente participó de esto, trabajó a la par nuestra y no le tocó viajar. El kinesiólogo Javier Crupnik, Alejandro Bertorello como preparador físico, el psicólogo Carlos Giesenow, Oscar Cantero que los cuida a los chicos en el CeNARD…”
La lista sigue: “Durante la Liga, Cristian Coffen colaboró como estadista y entrenador; el profesor Leoni y Javier Weber siguieron al equipo en todo momento. Los clubes son una parte importante también, los que trabajan con los chicos y los que se prestaron a jugar amistosos con nosotros en la preparación. Y una nota aparte para el cuerpo médico, que trabajó en la rehabilitación del tobillo de Quiroga, que pudo jugar como si no hubiera tenido nada. Es un todo de alegría, gracias a la tarea intachable de mucha gente”.
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