Julio VelascoCada entrenador usa una estrategia para formar y entrenar al propio equipo. Hay grandes diferencias entre hacerlo con un equipo de club o con una Selección Nacional. No hay una estrategia única o mejor: hay muchas y la historia del deporte de equipo lo demuestra. Lo que sí es muy importante es que esa estrategia sea clara y, sobre todo, coherente, y que tenga como objetivo el resultado del equipo pero manteniendo criterios de justicia que los jugadores puedan reconocer. No se trata de que todos compartan las decisiones del entrenador, pero sí que esas decisiones se entiendan y que, por lo tanto, se respeten.

Como entrenador de la Selección Nacional de vóleibol quisiera explicar algunos criterios de la estrategia que, junto con mi staff, estoy llevando a cabo.

  1. Los jugadores son elegidos por el nivel técnico, por la capacidad para entender el juego, por sus características físicas y de salud, por las características de personalidad para el juego, por la edad y por el respeto de los roles en un equipo.
  2. Todas estas capacidades son evaluadas por todo el staff, aunque la última palabra, como es lógico, la tiene el primer entrenador.
  3. Estas evaluaciones tienen que respetar algunos presupuestos: el factor principal a tener en cuenta es cómo juegan, teniendo en cuenta los partidos con la Selección Nacional pero, también, los partidos con el club. Es por este motivo que los jugadores que no juegan en el propio club, no son convocados a la Selección.
  4. Como entrenador de la Selección no puedo interferir en las decisiones que toman los jugadores, pero sí puedo no favorecer las elecciones que ponen como prioritario el factor económico respecto del crecimiento técnico. Un jugador puede elegir un club que le paga más pero donde será suplente, respecto a otro donde ganará menos pero en el que jugará más. En cada caso la Selección también puede hacer una elección.

Creo además que si un jugador no es capaz de imponerse como titular en su club tampoco lo será para imponerse contra los mejores jugadores del mundo.

Se trata, también, de un respeto por la actividad de los clubes y por los entrenadores que en ellos trabajan.

Como toda regla puede ser que en algún caso no contemple la especificidad del caso individual (jugador que no sabía lo que le esperaba en el club), pero esto no quita el hecho de que al jugador no se le ha podido evaluar, porque no ha jugado.

Obviamente, tanto este criterio como las decisiones sobre los jugadores es material opinable. Lo importante para mí es que, al menos, se conozcan los motivos de ciertas decisiones. Otros motivos, los extradeportivos por ejemplo, no puedo ni quiero hacerlos públicos. Esto también está en la lógica de las cosas.

Julio Velasco

Entrenador de la Selección Masculina Argentina de Vóleibol

Fuente y Foto: FeVA

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