Julio VelascoEl DT de la Selección Argentina fue parte de una generación que se rebeló, y en una charla con Eugenia Mastri de Mundo D, en la que habla de todo, plantea no cometer los mismos errores con los jóvenes.

Una voz grave se escucha del otro lado del teléfono. En efecto, el que habla está del otro lado del océano y en el medio de la charla recibe una llamada a su habitación. Es la hora de la cena en Italia, pero Julio Velasco no tiene apuro y responde sin tiempos.

Ya el tiempo trastocó sus planes cuando decidió dejar sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de La Plata en cuarto año, por temor a ser blanco de la dictadura militar.

Este Julio Velasco se predispone a cumplir con lo pautado. Ya dirigió el entrenamiento de la Selección Argentina de vóley en Nápoles, de cara a la Copa Vesubio que su equipo jugará desde este sábado cuando debute frente al local. Después vendrá Japón (el lunes) y ya será tiempo para comenzar a desandar el exigente camino de la Liga Mundial, que en su tercer fin de semana traerá a la Albiceleste a Córdoba, del 16 al 18 de junio.

Para él es importante que eso suceda, porque desde que en 2014 aceptó regresar al país para dirigir a la selección nacional, destacó la importancia de difundir el deporte.

“Lo más importante de jugar en casa es la difusión”, subraya.

“Por supuesto que para el equipo es importante jugar ante su gente, pero después va a tener el Mundial y los Juegos Olímpicos, en Bulgaria y Japón, y se tiene que acostumbrar a jugar afuera. Lo que es muy importante es que, en nuestro caso, la selección sea un instrumento de difusión del vóley, como lo fue en su momento el hockey, el básquetbol y tantos deportes”, repasa.

Y sabe de lo que habla. Porque su figura en Italia se asocia al vóley. Él, por sí mismo, es un instrumento de difusión.

El entrenador platense ganó dos mundiales con la selección italiana, fue dos veces campeón de Europa, se coronó cinco veces en la Liga Mundial y fue medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Su brillante currículum le valió para ser elegido el mejor entrenador de vóleibol del siglo 20 junto con el estadounidense Doug Beal y el japonés Yoshida Matsudaira. También pasó por República Checa, España e Irán antes de regresar a la selección argentina que ya lo había tenido en el banco como asistente en el Mundial de 1982, en el que fue tercera.

Más allá del vóley

Julio VelascoLa figura de Julio Velasco traspasó las fronteras del deporte que lo transformó en una especie de Rey Midas: fue director deportivo de la Lazio y del Inter, y Silvio Berlusconi declaró públicamente que lo quería como entrenador de fútbol del Milan.

“Nunca me lo ofreció”, aclara el argentino. “Pero cuando toda la prensa me vino a consultar, dije que no creía que una persona sea válida para todo. Hay que saber mucho de una cosa para hacerla bien. Y saber mucho de un deporte no significa saber en general sino conocer los secretos. Por lo tanto, ante esa respuesta se cortó todo. No tenía mucho goyete”, argumenta y aclara: “Además, para ser técnico de fútbol se necesitan los anticuerpos. Es como ir a India y no tomar agua mineral. Uno no sobrevive. Para ser técnico de fútbol hay que generar anticuerpos desde chiquitito, y yo no tengo eso ni los conocimientos”.

–De todos modos, su figura en Italia es muy importante. ¿No necesitó generar anticuerpos en el vóley?

–Bueno, sí. Pero siempre es mucho menos que en el fútbol. Yo no le doy mucha importancia a lo que digan los demás. No leo mucho, no soy de comprar todos los diarios a ver qué dicen. No tengo ni Facebook, ni Twitter, ni nada de todo eso porque creo que distrae mucho cuando se es una persona pública. Lo importante es que uno tenga las ideas claras en su camino. Pero de todos modos, aun en los momentos de mayor fama, las diferencias con el fútbol son abismales. No hay comparación.

–Del mundo del fútbol, también Pep Guardiola habló muy bien de usted y de unos conceptos que le dio en una charla… ¿Usted tuvo algún entrenador que lo marcara en su carrera?

–Quiero relativizar un poco lo de Guardiola. Tuvimos una charla larga cuando él era jugador, en una comida, y a él le quedaron algunas cosas de lo que yo le dije. Pero así como habló conmigo habló con muchos otros, sobre todo entrenadores de fútbol. Para él, su mentor fue Johan Cruyff. El mío fue mi primer entrenador, que me enseñó a jugar al vóley y después mantuve una amistad que dura hasta hoy. Es Jorge Taboada, que fue quien me dio la visión del juego, que ha sido una constante en toda mi vida de entrenador y de jugador.

Mitad y mitad

Velasco se fue a vivir a Italia a mediados de los ’80. Y aunque ahora sea el DT de Argentina, gran parte de su vida transcurre aún por las calles de Bologna. Sus hijas y sus nietos viven allá, y a este platense de 65 años le tira más la sa ngre que la pizza argentina.

“Me condiciona completamente. No puedo dejar de verlos por todo el año”, reconoce, y avisa que cuando deje de entrenar a la Albiceleste, volverá a vivir a Italia.

Entonces, regresará seguramente una vez por año al país, como lo hizo hasta 2014. “Es lo que me dura la autonomía”, bromea. Es que extraña “los amigos de toda una vida, las charlas de café, la sobremesa y la pizza”. “Sí, increíblemente vivo en Italia y extraño la pizza. Pero sobre todo extraño los amigos”, refuerza.

Sus habituales visitas al país hicieron que cuando asumió como DT de la selección y regresó por más de “15 o 20 días”, no haya encontrado nada que lo sorprendiera. “Es un gran país, con sus muchas virtudes y algunos defectos importantes, como todos los países”, resume.

Aquí o allá; allá o acá, Velasco disfruta “mucho de la literatura, la música y el cine”. “Son las tres cosas con las que me divierto. No veo mucho deporte que no sea vóley, porque ya le dedico mucho tiempo y necesito la otra parte de mi”, avisa.

Y elige una frase de Jorge Luis Borges para explicar si la Filosofía ha influido en su formación como DT. “La cultura es lo que queda después de que uno se ha olvidado de toda la información”, dice y explica:

“Evidentemente, en la formación de cualquier persona hay una suma de cosas, de estudios, de encuentros, de personas… Pero lo importante es lo que queda cuando uno ni siquiera se acuerda de dónde lo sacó. Yo no hago relaciones directas entre la Filosofía y el entrenamiento, pero seguramente me ha dejado cosas que yo no me doy cuenta. De lo que sí me doy cuenta es que los estudios en Filosofía me han dejado un método de trabajo, de pensamiento, de analizar las cosas…”.

Y a Julio Velasco siempre es interesante escucharlo analizar conceptos. Del vóley o de la vida.

–¿Cómo maneja en el vestuario el uso de los celulares y las redes sociales?

–Eso no se maneja. Es la realidad que viven los chicos ahora. Pero nunca en una charla que doy o antes de los partidos hay jugadores con el teléfono. Cada cosa tiene su momento y su ubicación. Pero yo no soy de las personas adultas que critican cómo son los jóvenes hoy. Los jóvenes viven en el mundo de hoy y nosotros vivimos otro mundo cuando teníamos su edad. No es cuestión de juzgar sino de entender. La primera vez que puse un disco de los Beatles a mi mamá le parecía horrible, porque ella escuchaba Frank Sinatra, Julio Sosa o Goyeneche.

Y nuestra generación fue la de la rebelión contra eso, y del rock y el pelo largo. Y nos parecía mal que los adultos nos juzgaron porque nos gustaba eso. Entonces, no cometamos ese mismo error ahora juzgando a los chicos porque es otra cultura.

Lo importante es vivir cada cosa cultural en un modo bueno. Se juzga a los jóvenes de ahora con la intención de decir que nosotros éramos mejores, y eso me parece de una arrogancia muy grande. Nosotros no éramos mejores; éramos diferentes. En realidad, lo que tenemos es una gran envidia porque quisiéramos tener 20 años de nuevo (risas).

El salto de calidad depende de todos

Julio VelascoDesde que Julio Velasco se hizo cargo de la selección argentina en 2014, el equipo fue en franco crecimiento. En 2015 se consagró campeón de los Juegos Panamericanos de Toronto al vencer a Brasil en la final. Y el año pasado obtuvo resonantes victorias en la Liga Mundial frente a potencias como Francia, Rusia y Serbia. En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, además, la Albiceleste finalizó primera en su grupo, por primera vez en la historia.

Para el año deportivo que iniciará este sábado para la Selección Nacional con la Copa Vesubio en Italia, pero que tiene como competencia estrella la Liga Mundial, el DT habla de “dar un salto de calidad de equipo e individualmente de los jugadores, para que el año que viene, que es el Mundial, podamos estar en mejores condiciones”.

“Implica que cada jugador mejore bastante en una cosa. Porque si cada jugador mejora en una cosa, el equipo juega mejor en siete. Y eso hace que se produzca un salto de calidad”, explica.

“El objetivo es consolidarnos en el grupo de los ocho mejores equipos del mundo, lo que significa ganar y perder con continuidad y no ganar cada tanto”, dice el DT.

Velasco, sin embargo, advierte que “este año no es el mejor para tener grandes resultados” ya que a Argentina le faltan “grandes jugadores”. A las bajas programadas de Facundo Conte (toda la temporada) y Luciano De Cecco (los dos primeros fines de semana de la Liga), se suman las del opuesto Bruno Lima, el central Fabián Flores y el punta-receptor Nicolás Lazo, todos por lesión. “Además la de Ezequiel Palacios, que estuvo entre los 12 de los Juegos pero que al no haber jugado de titular en su club este año no fue convocado, porque es una regla que puse ni bien llegué”, amplía.

Las ausencias de Conte y De Cecco se deben a licencias que el DT les dio. “Son los jugadores que hace más años que están la selección y los dos juegan afuera. Hace años que no tienen verano, que no tienen la familia cerca, los amigos… y hace años que no paran. Facundo, además, ha tenido muchas lesiones y queremos ver si podemos parar ese círculo vicioso”, cuenta el entrenador y fundamenta: “Muchos equipos han hecho lo mismo porque los jugadores no pueden jugar siempre y no parar nunca. El primer año del período olímpico es el mejor año para hacerlo, porque después está el Mundial y después es el año previo a los Juegos”.

Velasco celebra qu e Argentina vuelva a ser l ocal esta temporada y advierte “graves problemas en el calendario internacional”. “Se juega mucho, se viaja mucho, pero una de las funciones principales de una selección, que es promocionar el propio deporte, se puede hacer poco. Este es un problema serio. Un espectáculo en vivo es algo que habría que aumentar en el propio país”, plantea.

Fuente: Eugenia Mastri / Mundo D – Fotos: FeVA

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