«Analicé muy bien la decisión, es el momento de dar el paso hacia otra etapa de mi vida», dijo. «Estoy orgulloso de lo que se logró en este tiempo. El vóley femenino se jerarquizó», expresó Guillermo Orduna en el inicio de su adiós a las Panteras. «Me voy de la Selección», le adelantó a Olé. El DT que en esta etapa de seis años logró clasificar a la Argentina a los últimos dos Mundiales y consiguió llegar por primera vez a un Juego Olímpico. «Antes de viajar al Mundial de Japón le expresé al presidente de la FEVA mi deseo de dejar el cargo. Quedamos en reunirnos al regreso», confió Orduna. -¿Cuál es el motivo de su salida? -Quiero dejar un poco el ritmo de Selección para volver al ritmo de trabajo de club y así estar más cerca de la familia. Fueron seis años de exigencia, de viajes, de un compromiso full time. -¿Está convencido de la decisión? -Analicé muy bien la decisión. Fue el momento de dar el paso a otra etapa de mi vida. Estoy seguro que el vóley femenino está para seguir creciendo. Lo hemos jerarquizado. Es bueno hoy muchos quieran estar con este equipo. Me pone contento que haya tantos candidatos. -Si la Selección llegaba a la segunda ronda en el Mundial de Japón, ¿se hubiera ido igual? -Sí, totalmente. Tenía la decisión tomada, y se la había informado al presidente en su momento. Y en el final del Mundial se los anuncié a las jugadoras. -¿Afectó el hecho de haber dejado fuera de la lista a Yamila Nizetich, la capitana? -Fue un tema duro y difícil, no sólo para el staff técnico sino para el equipo. Se superó, pero sin duda dejó su marca… -¿Ya tuvo tiempo de hacer un balance? -Sí, me quedo con haber vuelto a los Panamericanos después de más de 20 años, con los dos Mundiales, con los Juegos Olímpicos. Siento orgullo de haber podido alcanzar esos logros para posicionar al vóley femenino en el lugar donde está. Hemos avanzado mucho, por eso quiero agradecer a los asistentes, a los estadísticos, a los médicos, a los manager, a las jugadoras y al presidente de la FEVA por haberme dado la confianza a lo largo de estos años. La FEVA aceptó el desafío de jugar en la Argentina cosas importantes como Grand Prix y el Preolímpico. -¿Faltó algo? -No sé. Más allá de que en los torneos importantes alcanzamos los objetivos, y en otros de menor relevancia no pudimos, me quedo con el crecimiento que hemos recorrido. Y no sólo en el aspecto táctico o técnico, sino en lo grupal, en el afianzamiento del grupo de mayores, que han podido insertarse en las mejores ligas. Y también fue importante el desarrollo de las Inferiores, de los trabajos de base. Pero el orgullo mayor de todo es lo que han hecho las jugadoras, el profesionalismo que mostraron en la cancha y el vínculo que generaron con la gente.

Fuente: Federico Rozenbaum / Olé – Foto: FeVA

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