El último partido de la segunda fase enfrentó al seleccionado nacional menor y al combinado cubano, ante un imponente marco de más de 3000 personas que colmaron el Osvaldo Casanova de Bahía Blanca. Mientras que a los dirigidos por Muraco les bastaba con llevarse un punto para meterse en semifinales, los caribeños debían ganar los 3 puntos si querían continuar con aspiraciones de clasificación.
El comienzo del partido mostró a ambos equipos nerviosos, con problemas para armar su juego. Fundora y Núñez fueron los más buscados en ataque, rubro en el que los cubanos hicieron diferencias para llegar arriba al primer tiempo técnico (8-6). Argentina descontó con buenas apariciones de Quiroga y Lapera, pero sobre todo gracias a los errores cubanos (8 puntos entregados por esta vía en el set) que sin embargo volvieron a despegarse en el marcador de la mano de la buena distribución de Lamadrid (16-13). Los problemas en la rotación argentina fueron bien aprovechados por los dirigidos por Sánchez que, liderados por Fundora (8 puntos en el set) se llevaron el primer chico por 25-22, luego de un error de saque de Araya.
El propio Araya quedó como titular en el armado para el segundo set, y gracias a un bloqueo suyo y otro de Martinez, Argentina tomó ventaja y llegó arriba al descanso (8-4). Así como Cuba seguía imparable en ataque, también continuaba entregando muchos puntos por error, lo que mantenía a Argentina arriba en el marcador 17-11. Los cubanos comenzaron a frontalizar sus ataques y esto, bien aprovechado por el bloqueo argentino (se anotaron Núñez y Lapera) estiró aun más la ventaja en favor de la selección. Cuba ajustó sus propias falencias y, aprovechando una etapa de desconcentración argentina, se puso a tiro. Finalmente, un error de servicio de Fundora le dió el segundo chico al equipo nacional por 25-22.
El tercer parcial fue muy cambiante en su desarrollo. Cuba se mostró mejor en defensa y contra en el inicio y se despegó por 6-4, pero un bloqueo de Araya y un ataque de Llanos empataron el trámite. Los caribeños continuaron tomando confianza y creciendo en defensa, obligando a Fabián Muraco a pedir tiempo de descanso con el marcador 12-8. Increíblemente, Cuba volvió a tornarse errático, lo que posibilitó el empate en 13. En una ráfaga, los cubanos tomaron ventaja de 5 de la mano de un incontenible Fundora. Zornetta ingresó para tratar de darle aire en la rotación, pero poco pudo hacer para paliar el excelente momento cubano, que hacía todo bien y se alejaba 23-16. Luego de un error infantil en la defensa blanquiceleste, Fundora sentenció el set por 25-17 con una bomba desde el servicio.
El combinado nacional salió al terreno sabiendo que, de no ganar el set, el sueño mundialista conocería su fin. Los nervios traicionaron a los chicos, que se vieron rápidamente en desventaja por 11-5. Cuba continuó dominando a voluntad de la mano de un implacable Loyola. El numero 10 cubano se volvió una pesadilla para el bloqueo y la defensa nacional que sólo encontraba respuestas en Gonzalo Lapera. Loyola bloqueó a Lapera para terminar de sepultar las chances de reacción del equipo Argentino. Luciano Zornetta se anotó en ataque para estirar la definición, pero un nuevo ataque del punta cubano le dio el set, el partido y la clasificación a Cuba.
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