No necesita mucha presentación Martín Palermo. En un país ultra futbolístico como el nuestro, todos saben que es uno de los delanteros más goleadores del fútbol argentino, que se retiró hace no mucho en Boca, que fue pieza importante de la clasificación de la Selección al último Mundial. Quizás no todos saben que surgió en Estudiantes, que empezó como arquero, que tardó casi un año en hacer su primer gol. Y casi nadie sabrá la vinculación del crack con el vóley. Pero la tiene, sí.
En la actualidad, las pruebas sobran. Empezamos con la más reciente: de paso por Catamarca para jugar un partido amistoso en la noche del jueves 15, entre «los amigos de Palermo» y un combinado de la provincia de jugadores del Valle Central y del interior, el Titán (así le dicen, por las dudas) visitó al plantel de Catamarca Vóley.
Palermo recibió, como obsequio de la Secretaria de Deportes Juana Fernández y del DT Hernán Ferraro, una camiseta del equipo catamarqueño, y jugadores y staff posaron junto al delantero para la foto de rigor. Todo en la previa del partido de fútbol en el estadio Bicentenario.
La casaca verde se sumará en el placard de Palermo a la albiceleste de la Selección Argentina, que recibió un poco más atrás en el tiempo. En épocas del Mundial Menor Masculino, el 9 estuvo en Bahía Blanca como parte de un evento benéfico de la entidad que apadrina, la Fundación SOS Infantil. Allí volvió a aparecer la hilacha del vóley, y en la cancha de Olimpo, ahí enfrente del Osvaldo Casanova mundialista, Martín posó con todo el staff de la Selección Menor, la que conduce Fabián Muraco, y hubo intercambio de prendas.
Hay registros también de Palermo jugando al vóley y al fútbol-vóley (la mixtura perfecta) en Mar del Plata, dueño de largos invictos un par de veranos atrás en sus vacaciones. Ya si es actividad de tiempo libre, es otra cosa. Cuenta la leyenda, incluso, que antes de terminar como delantero, en su La Plata natal, jugó al vóley con su hermano Gabriel.
Obviamente, el fútbol lo convenció con sus armas y lo llevó a la gloria. Pero nosotros nos jactamos de que le tira el vóley. Entonces, más ídolo todavía.
Fuente y Fotos: Sergio López / Somos Vóley
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