En un encuentro en el que la diferencia en el marcador pocas veces superó los dos puntos, Argentina reposó en la eficacia ofensiva de Kukartsev y los centrales (los tres rondaron el 70% en ese rubro) para mantener a raya al equipo japonés que había enfrentado dos veces en la previa en Italia, con un triunfo por lado en aquel balance.
Argentina, respecto del debut con Irán, exhibió dos cambios desde el inicio: la entrada del marplatense Layus por el centro de la red y de Gonzalo Lapera como receptor punta. El entrerriano y Gonzalo Quiroga, con 10 y 11 puntos respectivamente, fueron los escoltas ofensivos de Kukartsev, que cerró el encuentro como el máximo anotador, con 18 conquistas.
Tanto el primer como el tercer chico fueron muy cerrados, con buenas demostraciones en ataque y bloqueo de ambos lados de la red, e incluso en ambos Japón llegó primero al set ball, pero Argentina no se desanimó y mantuvo la batalla. En el segundo, en cambio, Argentina quebró después del punto 18 y utilizó el bloqueo para vulnerar al equipo nipón y cortarse. Finalmente, un ace de Lapera llevó a la Selección a celebrar su primera victoria en Turquía.
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