Año tras año, llega esta etapa dentro del ciclo de la Selección Menor. La presencia del equipo ya es habitual dentro de la Liga A2, el torneo de ascenso a la máxima categoría de clubes, y en cada cierre de temporada llega la hora de evaluar el saldo de cruces ante equipos formados de adultos.
Al margen de que cada vez sea más una situación cotidiana, Fabián Muraco no pierde de vista la importancia del torneo en el camino de los chicos: «La Liga vuelve a ser para la Selección Menor el campo de batalla para el desarrollo».
La Menor está en una etapa de transición en lo que al calendario se refiere, el grupo que disputó la A2 concentró en el CeNARD hasta el lunes, en la última instancia, y ya después comenzará la etapa de preselección hacia el Mundial 2011.
En un momento ideal para un balance, entonces, arranca Muraco: «Antes del torneo, esperábamos tener mejores resultados, pero creo que por el nivel que terminó teniendo la Liga, con equipos muy bien armados y una estructura que nos costó, no nos fue mal. A todos les dimos pelea, y a los que no les ganamos los llevamos hasta un tie-break, con buenos desempeños». La Selección cosechó triunfos ante Metropolitano de Santa Fe, Colón (dos veces), y hasta ante Bella Vista, finalista del torneo.
«Como experiencia, creo que la Liga vuelve a ser para la Selección Menor el campo de batalla en el que después podemos aspirar a tener buenos jugadores, el lugar en el que podemos desarrollar a los chicos», redondea el DT que comandó la sexta participación de la Menor Masculina en la A2, y enseguida destaca la reafirmación de la experiencia por parte de la Federación del Voleibol Argentino, que volvió a apuntalar la presencia del seleccionado.
Ahora, para la nueva etapa hacia la cita mundialista, primero habrá una concentración en el CeNARD, a fines de marzo. «Vamos a evaluar un grupo de chicos, algunos de este grupo y otros que trabajaron en octubre, para seleccionar uno en cada puesto cmoo parte del proceso de preselección», explica Muraco.
Los que sigan de ese grupo se integrarán a la base de la Selección Menor, que mudará su trabajo a Neuquén a comienzos de abril. «La intención es sentar las bases del grupo, con trabajos no sólo deportivos sino en la montaña, actividades grupales, de comunicación, compañerismo. Es como el inicio de la carrera del Mundial que va forjando el grupo», sigue el entrenador. Esta iniciativa no es novedosa: la Selección Menor ya trabajó en la Patagonia en la previa de Mundiales anteriores.
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