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Luciano De Cecco armandoA los 23 años, es una de las grandes figuras del vóley internacional y brilla en cada competencia. Luciano De Cecco tuvo un 2011 descollante, como pieza clave de una Selección Argentina que también cosechó a mansalva y con múltiples reconocimientos en el máximo nivel.

No en vano, el santafesino es uno de los más experimentados en esta renovada Argentina, que parece tener cuerda para rato. De Cecco llegó al equipo nacional a los 17 años, a principios de 2006, de la mano de Jon Uriarte. En sus primeros entrenamientos, ya exhibió su desenfado, faltándole el respeto (deportivamente hablando, por supuesto) y jugando de igual a igual contra el peso específico de Marcos Milinkovic, de Pablo Meana, de Alejandro Spajic.

Ya con los 18 años cumplidos, debutó en la Liga Mundial y fue el primer armador en el Mundial de Italia, en el cierre del año, mostrándose totalmente a tono con la exigencia. Argentina se llevó un puesto 13 que no entró en los márgenes de lo satisfactorio, pero la estrella de De Cecco ya comenzaba a brillar.

La confianza en sus manos fue renovada año tras año, aun con el cambio de mando en el seleccionado, desde la llegada de Javier Weber en 2009. Weber lo había tenido en Bolívar y no dudó en revalidarle la responsabilidad de gestar el juego del equipo nacional.

Si es posible marcar una inflexión en este recorrido de De Cecco, en el que a los ojos del mundo dejó de ser una promesa para convertirse en una maravilla, esa sería el Mundial de Italia 2010. El momento de la Selección Argentina era delicado por demás: después de una Liga Mundial 2009 histórica, con la primera presencia en la Ronda Final por mérito deportivo, el 2010 venía con un 0-14 fatal y la urgencia de levantar en la cita mundialista, la última del año.

En la primera ronda, en Reggio Calabria, De Cecco exhibió dos recursos que ya le valieron la chaqueta de figura. Dos pelotas exquisitas a Federico Pereyra que cualquier fanático argentino recordará como si fueran de ayer: un armado a una mano hacia atrás y una pelota desde el otro lado de la cancha, por encima del primer árbitro. Ese sello que tienen los diferentes, lo mostró en el camino al noveno puesto.

Todo este trasfondo, para darle al 2011 de De Cecco la dimensión apropiada. Porque hay mucho más que lo obvio: los dos premios de mejor armador, nada menos que en las dos competencias más importantes del año para la Argentina, como la Liga Mundial (con presencia histórica en semifinales inclusive) y la Copa del Mundo (en la que se llevó el galardón por varios cuerpos por delante de sus colegas). Más que el Premio Consagración que Clarín le dio semanas atrás y que la presencia en la terna del Premio Olimpia, que finalmente fue para Facundo Conte.

El asombro que genera De Cecco en la cancha excede a los que entienden de vóley. Y ahí está, probablemente, la mayor proeza del santafesino. Tener, a esta altura de su carrera, videos en Youtube que compilen lo mejor de sus jugadas. Hacer de esas dos pelotas que desenfundó en Italia 2010, recursos habituales para resolver en la cancha. Porque las tira a cada rato. Y siempre con éxito.

Está anotado ya entre los mejores del mundo, va por otra temporada en el vóley más competitivo de Europa y acumula nada menos que seis temporadas con la celeste y blanca. Todo, en la primera mitad de los 20. En esa etapa de la vida en la que muchos están construyendo su futuro, el de De Cecco ya es tangible.

Luciano De Cecco Mejor Armador de la Liga Mundial 2011

Compilado de armadas de Luciano De Cecco

Fuente y Foto: Somos Vóley

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