A Facundo Conte, figura en la Liga Mundial, le hicieron una artroscopia de tobillo izquierdo. Apenas finalizó la intervención quirúrgica, Ernesto Rodríguez III, periodista del Diario Olé, le realizó una nota que reproducimos a continuación.
Crack por donde se lo vea, Facundo Conte tuvo la gentileza de contestar el mensaje de texto desde su habitación, recién llegado del quirófano, con un educadísimo: “Te parece si me llamás en media hora? Recién llego a la pieza”. Tras la sorpresa de saber que el mensaje salía desde el Hospital Italiano, fue obvio que se dejaron pasar los 30 minutos pedidos. Celular de por medio, del otro lado del teléfono estaba la estrella de la Selección que viene de quedar cuarta en la Liga Mundial 2011, cuya Ronda Final se disputó en Polonia.
– ¡Qué sorpresa! ¿Qué pasó que tuviste esta intervención? ¿Fue la rodilla derecha?
– No, eso ya está terminado. Esto fue algo programado. Yo traía una serie de molestias en el tobillo izquierdo. Por eso usaba una suerte de venda elástica hasta la rodilla. No era nada terrible, pero molestaba. Los últimos partidos apretaba los dientes y le daba para adelante. Llegamos ayer (por el martes) y ya habíamos arreglado con Gabriel Solari, el médico del equipo, que me debía hacer una artroscopia cuanto antes para que no se me hiciera algo crónico. Y lo hicimos a la mañana. Fue un rato, con anestesia local.
– ¿Cuánto tendrás de recuperación?
– Calculo que en un mes tengo que estar trabajando. Pero no sé con exactitud. Todavía ni siento la pierna por la anestesia, je. Lo bueno es que podré tomarme las primeras vacaciones en serio en cinco años. Ojalá me den permiso para poder viajar un poco y disfrutar.
– Ya de vuelta en casa, ¿qué balance hacen de esta Liga Mundial?
– Creo que se cumplió con algunas cosas fundamentales: conseguimos un estilo de juego que es respetado y admirado. Y en cada partido fuimos avanzando en nuestro juego. Nos asentamos como uno de los rivales a vencer.
– ¿Duele haber perdido el bronce ante Polonia?
– Uno es hípercompetitivo y cualquier derrota duele. Sobre todo porque fue un mal día. No le echamos la culpa a los tres meses viajando o al cansancio de jugar cinco días seguidos. Me queda la espinita. Ellos jugaron su mejor juego y nosotros, no; así de fácil. Con el tiempo vamos a darnos cuenta de lo importante que es estar entre los mejores cuatro del planeta. Es un buen piso para seguir creciendo. Ya todos los rivales nos respetan más.
– ¿En qué lo notás?
– Los brasileños son un encanto de gente afuera de la cancha, pero no les gusta perder ni a la bolita. Y si los ponés en aprietos, te hablan por debajo de la red, te miran fijo, como diciendo: “¿Esos pendejos nos quieren ganar a nosotros, que somos campeones de todo?” Estuvimos cerquita. Lo mismo nos hicieron los italianos, pero ellos se fueron bastante calentitos.
– ¿Viviste alguna situación especial en el regreso?
– Parecía que, de golpe, era conocido. Nos pidieron autógrafos y sé que la gente se prendió mucho a ver los partidos. Siento que hicimos bastante para remontar una historia complicada, que tuvo una federación suspendida y un equipo al que no le iba tan bien. La gente se prende y el feedback se siente. Ojalá sigamos dándole alegrías.Fuente y Foto: Ernesto Rodríguez III / Diario Olé
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