“Si podemos madurar y volvernos un poquito más profesionales en cada aspecto, eso nos hará muy bien”, coinciden los argentinos.
El clima cambiante en este rincón de Alemania no parece afectarles el ánimo. Desde la llegada a Berlín, la temperatura ha fluctuado entre los 6 y los 23 grados, pero ellos siguen concentrados en lo suyo.
Son tres personajes clave en la construcción de un equipo que busca su identidad.
Son tres hombres que en el sector Este de esta ciudad, allí donde la historia dice presente a cada paso, buscan escribir sus propias páginas de gloria en este nuevo ciclo del vóleibol argentino, de la mano de Julio Velasco. Son Facundo Conte, Luciano De Cecco y Nicolás Uriarte, quienes conversan a fondo con Clarín en la intimidad del hotel donde se aloja la delegación.
-¿Cómo está el grupo en estos primeros meses del ciclo que lidera Velasco?
-De Cecco: Bastante bien. Más allá de las expectativas de la prensa, nosotros somos muy realistas respecto a dónde estamos parados y qué hay que seguir afianzando y mejorando. En estos meses hemos visto cambios importantes, aunque tal vez no se vean desde afuera.
-¿Por ejemplo?
-La idea que trajo Julio respecto a la mentalidad es algo que no se ve. Si podemos madurar y volvernos un poquito más profesionales en cada aspecto, eso nos hará muy bien.
-¿Es difícil representar a la Selección de un país como Argentina, en el cual el exitismo es tan amplio, sin haber conseguido un triunfo o una actuación grande?
-Conte: Sabemos perfectamente que no somos ni el básquetbol ni el rugby. Y menos el fútbol. Sería importantísimo tener resultados, si bien ahora estamos en un momento de construcción y transición, para que el movimiento del vóleibol sea más grande cada día. Pero no hay que pensar tanto en el qué dirán.
-De Cecco: El exitismo no nos influye positivamente. Deberíamos ser más tranquilos en ese aspecto. Como dijo Julio, hay que trabajar mucho más que el resto para ser mejores que ellos y de acá a Río de Janeiro ojalá veamos ese salto de calidad. A todos los que han ganado se los ha marcado. Nosotros no lo hemos hecho, pero conseguimos algunos resultados históricos para nuestro pequeño círculo voleibolístico. Ser ganadores lleva tiempo. Uno capaz que nace con la pasta, pero a la pasta hay que amasarla bien para que sea buena.
-Y en ese contexto, ¿qué esperan para el Mundial de Polonia?
-Uriarte: En la Liga Mundial se está rotando mucho y nos vamos adaptando. Quizás una vez que termine y se puedan sacar conclusiones, ahí se analizará este proceso y se verá para qué estamos y qué queremos. Obviamente los que estén en el Mundial querrán llegar a lo más alto posible, pero falta. Y cuando llegue el momento lo pensaremos bien.
-De Cecco: Ir a ser protagonistas es muy diferente a ir a cumplir. Queremos ir a hacer un buen vóleibol que nos dé satisfacciones.
Se nota no sólo en las palabras, sino también en las acciones (partidos y entrenamientos), que el grupo quiere crecer, que está convencido de lo que se está comenzando a gestar y que sobran las ganas. Hay una muy buena relación entre todos y se armó un plantel homogéneo, aun cuando los nombres suelen ir rotando. Y eso aporta no sólo en la comunión sino también a la hora de pelear por un lugar.
-¿Cómo ven la competencia por su puesto, Nico y Luciano?
-De Cecco: Estamos repartidos en los partidos y el gran desafío es que esté quien esté, el equipo juegue a lo mismo. El equipo confía en nosotros. Está todo en manos de Julio. Si uno se entrena menos de lo que él espera, la decisión se le hará más fácil. Quiero creer que hasta ahora se la hicimos difícil.
-Uriarte: Estamos entrenando muy bien, la competencia es muy sana, venimos rotando bastante y al que le toca estar un día afuera, apoya con todo al otro.
-Facundo, ¿asumís tu rol de líder dentro y fuera de la cancha?
-Es una consecuencia de lo que uno hace en la cancha. Recibo más pelotas que los demás, pero hay un equipo atrás. Acá no existe la jugada individual, como puede pasar en el fútbol o en el básquetbol. Este es el juego colectivo por excelencia. Mi fuerte es el ataque, pero la recepción es el fuerte de otros y si la recepción no está, es un problema. Estoy contento de tener ese lugar, pero sé que conlleva una responsabilidad grande. Cuando no me sale una pelota en ataque en un momento importante, me pesa muchísimo. Es lindo sentir el apoyo de los demás. Saber que confían en mí es una sensación muy linda y gratificante.
Facundo Conte, Nicolás Uriarte y Luciano De Cecco, un trío que se anima a soñar.
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