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Julilo VelascoNo es un técnico más. Está considerado entre los dos o tres mejores entrenadores de la historia del vóleibol. Al frente del seleccionado italiano, en la década del 90, erigió el que para muchos es el mejor equipo de todos los tiempos, en los últimos años cabeza a cabeza con este Brasil que dirige Bruno Rezende.

Pasó por Cadena Vóley y habló de todo. No escatimó repasar su estadía en la Argentina, analizar al vóleibol nacional, a la Selección, el último Mundial y sus especulaciones, su reciente desvinculación con España y las posibilidades de hacerse cargo del seleccionado de Irán. Además, se mostró totalmente abierto a conducir al equipo argentino dejando el dinero de lado.

– ¿Qué balance podés hacer de estas reuniones en Argentina y qué cosas sacaron de positivo?

– A mí me interesó mucho porque es la primera vez que dirigentes me invitan a pensar juntos. No es que había que sacar una conclusión, sino intercambiar experiencias. Yo conozco otros países y me hicieron muchas preguntas. Aprendí mucho de la realidad de la Liga Argentina, que conocía poco. Después, la posibilidad de hacer cambios es un proceso posterior que nos toca como realidad especifica de la liga. Me voy muy contento.

– ¿Hay alguna posibilidad de cambiar el formato de competencia de la liga?

– No lo sé. Hemos charlado sobre las diferencias que yo conozco en las ligas de otros países. No se si es necesario cambiarla. Pero sí se que no hay un solo modo, y cada liga se ajusta a sus problemas.

– ¿Cómo vio a la dirigencia argentina? ¿La vio dispuesta a cambios?

– Sí, yo la vi muy abierta. De hecho haberme invitado para eso es una cosa no muy común. En general, la gente que conoce bien el tema no siente la necesidad de confrontarse con otras personas y menos con gente que esta afuera, eso ya implica una apertura grandísima. De ahí a que haya cosas que se cambien es otra historia. Porque hay que ver si es posible, si es bueno, si no es bueno…

– ¿Y cuál sería el punto más cercano a un posible cambio?

– No sacamos una conclusión, terminamos con la difusión y ellos tienen otra reunión el 11 de marzo, donde después van a seguir elaborando y viendo. No fue una reunión operativa sino más como de café.

– ¿Usted tiene intención sumarse a otra reunión?

– No creo. Sobre este tema ya dije lo que sabía. Si quieren consultarme sobre otro tema es otra historia. Siempre trato de brindarle al vóley lo que he aprendido porque yo he llegado donde he llegado gracias al vóley argentino. Y trato de devolverle lo que me dio en la medida que pueda…

– ¿Cómo ve a la Liga Argentina? ¿Habría que cambiar algo o la ve fuerte?

– Creo que hay un problema que no es de la Liga Argentina, es un problema del vóley mundial: en los últimos 20 o 25 años se ha mejorado muchísimo el nivel mundial y se juegan mundiales, olimpiadas, liga europea, clasificaciones, ligas profesionales que antes no había. Y creo que se ha perdido un poco de vista que es necesario crear una base muy grande de voleibolistas. No pensar solo en los chicos que juegan y que van a llegar a jugar en primer nivel. No pensar solamente en los que van a integrar cuerpos técnicos o van a ser dirigentes de los grandes equipos, sino desarrollar una gran masa de voleibolistas, porque eso alimenta. El fútbol puede hacer muchas cosas porque es popular, porque todos saben jugar al fútbol. Pero hay que trabajar también sobre la base, no del director técnico solo sino de que haya mucha gente que quiera al vóley; que esté alrededor del vóley. Eso va a ayudar a nivel económico a consolidar las ligas de acá como en otros países, donde muchas veces los límites no son de ideas sino económicos. Ampliar toda esa base y ampliar las posibilidades económicas que esa base después brinda, es lo que después compra la TV y hace que se interesen los sponsors.

– ¿Cuando habla de bases se refiere a lo que tiene que ver con las selecciones menores?

– No, hablo de todo. Hablo de los pequeños clubes que nunca salen en los periódicos o en las radios. De los veteranos que ya no juegan más pero que se juntan una vez por semana para jugar el partido. Hablo de todo lo que no es deporte de alta competencia. Por eso doy el ejemplo del fútbol, por que el fútbol se alimenta de todos los que hemos jugado al fútbol y que nunca llegamos a nada. Esos son los que pagan la entrada, los que ven fútbol en TV. El público del fútbol no lo hacen los que juegan en inferiores, son todos los que jugamos al fútbol y no llegamos a ser jugadores. Yo creo que es ahí donde también hay que dedicarle atención.

– Lo sacamos un poco del vóleibol argentino, ¿qué análisis hizo del ultimo Mundial? ¿Le dio vergüenza las especulaciones de los grandes?

– Sí, me dio vergüenza. Yo me encontré muy a disgusto cuando estuve en el medio, con el partido con Rusia. A mi eso no me gusta. Te dicen ‘’bueno pero a mi equipo le convenía’’. No, se pierde el espíritu fundamental del deporte. Es terrible y hay que evitarlo de todas las maneras. En Ancona fue un escándalo el partido. Nadie tiene que tener la tentación de calcular el resultado. Por crear un fixture favorable a Italia se olvidaron de pensar en eso. El favoritismo por el local estuvo siempre en los mundiales, porque el Mundial cuesta mucho dinero organizarlo y al país organizador se lo trata de favorecer en el sentido de encontrar los equipos más fuertes hasta la semifinal. Eso lo sabemos todos y bueno, está bien. Pero hay que tener en cuenta qué pasa con los otros equipos.

– ¿Y en cuanto al nivel de vóley?

– El juego va cambiando. El nivel es bastante bueno. El problema grande es que viéndolo a nivel internacional, hay clasificación para todo. Un ejemplo: un equipo gana el Europeo ahora en octubre y no está clasificado para la olimpiada que es en agosto del año siguiente, aunque es campeón Europeo. El último campeón del mundo no está habilitado para el próximo Campeonato del Mundo. Todos los partidos de una selección se juega mucho, y eso impide formar nuevos jugadores rápido. Impide poner a jóvenes a jugar partidos importantes porque esos partidos son demasiado importantes. Eso está creando un pequeño problema que cada país y cada selección tenga más cantidad de jugadores. Es un tema que habría que afrontar porque a los clubes, estas clasificaciones, les trae mucho problema de calendario.

– ¿Qué le parece hasta el momento el trabajo de la Selección de Argentina?

– Es un equipo muy joven y hay que tener un poquito de paciencia por que los equipos jóvenes en el vóley de hoy tardan mucho más. Y esto no es un problema de cómo son los jóvenes de hoy. Hay una diferencia con el vóley de antes: antes un jugador en un partido realizaba un número x de acciones, pongamos 300 acciones. Hoy en un partido no realiza 100, porque el partido duraba mucho más. Entonces un jugador para tener la misma cantidad de experiencia que antes tiene que jugar tres o cuatro veces más partidos que antes, y es imposible. Entonces, antes llegaban a 21 años ya teniendo un buen nivel y ahora llegan a los 25. Argentina hoy tiene algunos talentos jóvenes que ya a los 20 o 21 años son jugadores de nivel internacional. Pero pueden tener 8 así, los otros van a ir llegando con el tiempo. Hay que tener un poquito de sangre fría, de confianza en ese grupo de jugadores y de seguir trabajando, que yo creo que Argentina va a llegar.

– ¿Está molesto con la dirigencia española? Digo porque tendría ganas de los Juegos Olímpicos de Londres.

– No, para nada. Fui yo el que creía que era interrumpir el vínculo porque era un contrato de cuando España no estaba en crisis. Toda la federación deportiva hizo recortes muy grandes, a los jugadores, a mis colaboradores… no hay dinero para ir a jugar afuera y yo no puedo trabajar en un ambiente que parece que el que se lleva todo el dinero soy yo. Es gente que no hace lo que no puede hacer, han cumplido todo. Pero tampoco soy un ángel que entonces me rebajo el sueldo a la mitad.

– ¿Hay algo de Irán?

– Irán me invitó a ver más allá la realidad de ellos. Fui la semana pasada y es interesante, estamos conversando. Hay interés económico y técnico. Tienen mucho vóley, una liga profesional con 16 equipos muy fuertes del punto de vista económico. Es un equipo que juega la competencia de Asia, además es interesante para mí desde el punto de vista cultural, conocer un país que es musulmán, porque hoy el tema Islam es muy importante en el mundo. Vamos a ver, una posibilidad podría ser esa, hay alguna otra.

– Alguna vez fue Director Deportivo de la Lazio en Italia, ¿hay alguna posibilidad de volver al fútbol o de incursionar en otro deporte?

– Por ahora no. Lo veo como una experiencia muy interesante pero ahora no estoy buscando nada fuera del ambiente técnico. Yo quiero seguir entrenando. Quizás dentro de unos años, cuando sea grande (se ríe), me vengan las ganas de estar un poquito más tranquilo y buscaré opciones que me permitan estar un poco más en Italia o en un país sin moverme tanto.

– ¿Argentina esta lejos en cuanto su posibilidad de trabajo?

– Con Argentina hay un discurso diferente desde el punto de vista económico. Si hubiera una posibilidad en Argentina en el futuro, no competiría económicamente con los otros lugares. Vendría porque es Argentina. Me gustaría mucho volver a trabajar en Argentina, pero no se si será posible ahora. Seguramente no lo sea. Ahora está en un proceso que está bien, con un técnico bueno (en referencia a Javier Weber). Pero nunca se sabe, quizás en un futuro pueda haber una posibilidad.

– Por lo que dice sería relacionado con la Selección, no con clubes, ¿le gustaría en un futuro encarar un proyecto de Selección?

– Sí, de Selección Masculina más que Femenina. Pero bueno, por ahí como pasa muchas veces se puede dar en muchos lados menos en el propio lugar. Pero bueno, yo tengo una relación siempre muy afectuosa con todos el vóley argentino. Trato de ayudar y me encuentro muy bien cuando vengo a Argentina. Acá el vóley tiene una cosa que tienen muy pocos países, y yo conozco varios, que es una pasión. Y en la medida de que pueda trato, yo no me olvido, como dije antes, que en este país escribir es gratis, en la secundaria, en la universidad, el vóley me permitió conocer el mundo con la Selección Argentina. Además de formarme en los clubes donde jugué y entrené, gracias a ellos pude hacer todo lo que hice. No me olvido de eso. En lo que pueda trato de devolverle al país, al vóley argentino, lo que me ha dado.

Fuente: Cadena Vóley – Foto: ACLAV
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