El árbitro controla el monitor

El Mundial de Clubes que se disputó en Qatar fue el lugar de las pruebas. La FIVB puso en marcha, en forma experimental aún, un sistema de verificación de jugadas a través de cámaras de video, y ya se dieron varias situaciones durante el Mundial como para probar la eficacia del sistema.

El sistema combina herramientas del tenis y el rugby, dos de los deportes que ya están avanzados en esto de utilizar apoyo tecnológico para determinados fallos. En la prueba que implementó la FIVB, luego de un punto, el equipo que desee rever la decisión arbitral le hace el pedido al juez, como ocurre con los «challenge» de tenis. Ahí, el segundo árbitro se acerca a la mesa de control y chequea la imagen en cámara lenta, imitando a lo que en rugby hace el TMO (Television Match Official; un árbitro dedicado solamente al replay). Luego de esa revisión, el fallo puede revalidarse o corregirse.

Como detalle administrativo, los desafíos sólo pueden ser solicitados por el capitán del equipo, no más de cinco segundos después de la finalización del punto a revisar.

La verificación, en el Mundial, se hizo con varios tipos de situaciones, como con pelota adentro o afuera, roces o toques de red. Al principio se corrieron varias versiones sobre este aspecto del sistema: que sólo iba a ser aplicable en saques, que lo iba a pedir el árbitro y no el jugador, que eran chances limitadas… Lo concreto es que, todavía, ronda cierta inseguridad sobre el mejor método para ponerlo en práctica.

Es por esto que, al respecto, preferimos hablar sólo de lo que dejó el Mundial. En el partidazo que jugaron Sada Cruzeiro y Trentino en la definición de la zona de primera ronda (duelo que se reeditaría más tarde en la final), en ese tremendo tiebreak que terminó 21-19 para los italianos, se utilizó 3 veces el video sólo en el set corto, con diferentes resultados. Tanto William como Kaziyski, de uno y otro lado, pidieron revisar jugadas, y aunque cada momento de esos generó un clima expectante, terminó cortando bastante el ritmo de juego, que venía frenético.

Sin embargo, la nota de color más interesante, seguramente, sea la que dejó la primera revisión de todas. En la rama femenina, el Sollys Osasco de Brasil iba 2-0 y 24-19 en un partido de primera ronda, cómodo, y en su intento por cerrarlo, Fernanda Rodrigues la tiró afuera. Pero el DT Luizomar De Moura le pidio a la capitana Jaqueline Carvalho que retara el fallo de los jueces.

Obviamente, la imagen de TV confirmó que la pelota había salido y no hubo cambio alguno. En la pelota siguiente, Sollys ganó el encuentro y, al rato, llegó la explicación. «Sabía que el remate de Fernanda había salido, pero me la quise jugar y, además, meterme en la historia», sonrió el entrenador brasileño en la conferencia de prensa luego del partido. Ahora, tanto él como Jaqueline quedaron marcados como los primeros en pedir el uso del sistema.

Fuente y Foto: Sergio López / Somos Vóley

]]>